Instantáneas
I.A contraluz la espalda arqueada hacia atrás, las piernas como una silla con un respaldo de senos. La luz recortaba con su filo incandescente la ausencia de los invitados a la mesa.
II.Un grano de sal, una nube de pimienta verde descansando en la concavidad del ombligo ovalado. La cerámica era piel blanca.Un tenedor le puso fin a la escena, mientras quitaba de entre mis dientes el sabor a nada.
III.La topografía de la diagonal que nace en la cintura, deslizaba por ahí letras rodantes, prólogos de un cuento inconcluso escrito en colaboración. Cerca de la rodilla en su lado interno se hallaba el fin del relato, de todos los relatos.
IV.El epílogo tenía como letra capital la primera vértebra lumbar, un renglón ondulado de lado a lado, derecha a izquierda oscila la lengua del que narra en primera persona, en una única persona.
TEODORA ADORNA
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Limbo ( Fragmento)
1
un gato que se acurruca
sin prisa
durante años
de ronroneo inconcluso
el miedo al agua
de un gato que entra al mar
cerrando los ojos
2
el cielo engendra un movimiento hacia arriba
estimulado por un peligro
al ras
de toda circunstancia
lo veo
en puntitas de pie
tratando de estirarse hasta al rincón de la lluvia que odia el alma
de todo lo concreto
ROMINA PAULA
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De engendrar mariposas
Tu mujer me robó las perlas, la palabra oro, la nariz platino, el silencio, el silencio mudo. Lo posó en tu boca y tus comisuras lo bebieron todo.
La saliva espesa.
Se comió el tesoro del estómago lleno, de la luna entera, del cabello seco, del del.
Teñiste mis ojos con un negro oscuro, son un manto sucio, un cielo nocturno. Impregnaste mis dedos de color frutilla, de color zafiro, de esmalte prohibido.
Me bebiste todo. Me pintaste tuyo. Me sacaste entero. Me negaste mío. Me me.
Pero yo no entiendo esta paleta kármica, esta silueta de drama, esta rozada de espalda, esta hurtada de perlas…si quebrando la hoja, se disuelven en la nada, en la falta, en la ausencia, en la carencia… en la luna entera, la palabra oro, la siempre, la nunca, la aorta, la nada, la todo, la muerte, la vida, las líneas, la espalda…
CORINA MARGARITA |
Primer puerta
Sentada al umbral del silencio
abre los ojos al cielo de una mano.
Resonaba frente al mundo,
a la protección de lo inaudito.
Amanecer, a cada abismo, mientras
se le abren las venas que respiran
Jugar, con las ventanas,
para hacerlas puerta paralela
mientras persigue las sombras
de la luna.
JARO BINAH
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